La enfermedad afecta a más de 500 mil argentinos. Investigadores del Conicet y la UBA hallaron avances para lo que podría ser un nuevo tratamiento.

Cada 21 de septiembre se celebra el Día Mundial del Alzheimer con el objetivo de concientizar a la sociedad sobre las implicaciones de la enfermedad que afecta a más de 55 millones de personas en todo el planeta. En Argentina son más de 500 mil, y uno de cada ocho adultos mayores de 65 años convive con ella.
En este marco de celebración y conciencia, se conoció que un grupo de investigadores del Conicet y la Universidad de Buenos Aires (UBA) encontró evidencias experimentales de que la metformina, un fármaco utilizado hace más de 50 años para tratar la diabetes, puede “actuar sobre mecanismos cerebrales clave en procesos asociados al Alzheimer”, según consignó la Agencia TSS.
Los resultados son parte de la tesis doctoral del biólogo Nicolás González Pérez y fueron publicados en la revista científica Life Sciences. Esta investigación también incluye el análisis de casos clínicos provenientes del Centro Nacional de Coordinación del Alzheimer de Estados Unidos y lleva el nombre de “La metformina protege contra el riesgo de demencia relacionada con la resistencia a la insulina que implica la restauración de la homeostasis microglial”.
¿Cómo fue el análisis?
El equipo Conicet-UBA trasladó la observación a modelos experimentales con ratones alimentados con una dieta rica en grasas, la cual reproduce algunas de las alteraciones propias de la diabetes. Su objetivo era comprobar si la metformina actuaba directamente sobre el cerebro, más allá de los efectos sobre su metabolismo.
Se evaluó la resistencia a la insulina en el hipocampo, el marcador sináptico y el estado microglial. También se usaron células microgliales BV2 expuestas a palmitato como estímulo lipotóxico para evaluar el potencial de la metformina en la modulación de la autofagia microglial, el estado mitocondrial y la respuesta inflamatoria.
Tras probar la droga directamente sobre las neuronas aisladas en cultivos de laboratorio, los efectos eran contradictorios. De todas maneras, el efecto era beneficio en el organismo completo. Así que, la investigación sugiere que la metformina no actuó directamente sobre las neuronas, sino que mejoró la función de otras células cerebrales que, a su vez, protegieron la salud neuronal.